El potencial de citotoxicidad es una de las primeras cosas que es evaluada cuando se investiga un nuevo medicamento. Este potencial se ajusta, suponiendo que el medicamento esté orientado en provocar la muerte celular (por ejemplo en quimioterapia), a que la dosis y las células dianas sean las correctas para provocar una buena respuesta del medicamento y sólo en un tipo de células en concreto. Por otro lado, si el medicamento no se encuentra orientado en provocar muerte celular (como sería el caso de un analgésico o un antiinflamatorio), la investigación preclínica y los posteriores ensayos clínicos deben concluir que ningún componente provoca citotoxicidad a las células diana.
Algunos estudios evalúan el potencial citotóxico de algunas especies de cnidarios, como serían los fideos de mar (Anemonia sulcata) y el tomate de mar (Actinia equina). De estas dos especies se han obtenido extractos acuosos que producen muerte celular a través de la activación de la vía de las caspasas, más concretamente la Caspasa-3, una proteína que su activación inicia el proceso de apoptosis, una muerte celular controlada. De la medusa del Mediterráneo (Rhizostoma pulmo) se ha descubierto que sus toxinas provocan efectos citotóxicos y hemolíticos en varias células de linfocitos humanos. Otro ejemplo es el opistobranquio Aplysia depilans; de este molusco sin concha se han descubierto 9 moléculas llamadas diterpenos que tienen actividad citotóxica contra 5 líneas tumorales diferentes y también a través de la activación de la vía de las caspasas. También hay otra especie del mismo género, la Aplysia fasciata, que también presenta este tipo de potencial bioactivo.
Así pues habría que estudiar las propiedades de otras especies de cnidarios, especialmente de anémonas y medusas. El hecho de que dos especies del género Aplysia presenten el mismo tipo de potencial indica que probablemente debería estudiar otras especies del mismo género en búsqueda de nuevos compuestos bioactivos con potencial citotóxico.