El potencial antiinflamatorio se caracteriza por reducir o evitar la inflamación de un tejido o de un grupo de células.
Actualmente unos de los tipos de medicamentos más utilizados en el mundo son los antiinflamatorios. Los conocidos ácido acetil salicílico (aspirina) o el ibuprofeno entran dentro de esta categoría, además de tener marcados efectos analgésicos. Algunos antiinflamatorios pero provocan daños en el aparato digestivo o bien contienen hormonas como los corticoides que pueden alterar la homeostasis, es por eso que es necesario buscar nuevas moléculas con potencial bioactivo alternativas a las usadas actualmente.
Dentro de las especies que se ha descubierto potencial antiinflamatorio destacan algunos peces osteíctios como el bonito del norte (Thunnus alalunga) y la anguila (Anguilla anguilla) que presentan esta actividad en extractos glandulares y las espinas y en los órganos internos, respectivamente. Estos extractos inhiben la activación de la vía de las ciclooxigenasas. De los cnidarios mencionados en el apartado de potencial bioactivo citotóxico repiten los fideos de mar (Anemonia sulcata) y el tomate de mar (Actinia equina) que, al igual que sus extractos producen un potencial citotóxico, estos en dosis bajas controladas producen un efecto antiinflamatorio a través de la inhibición de la vía de la fosfolipasa en un modelo de inflamación por entrada de macrófagos en los tejidos. También encontramos una inhibición similar en caso de extractos hidrolizados obtenidos del mejillón común (Mytilus edulis) o de la esponja Geodia cydonium, que, inhibiendo la inflamación del tejido mamario, ayuda a combatir la proliferación de algunas líneas tumorales de cáncer de mama.